La empresa Anisoprint ha desarrollado una tecnología específica de impresión con materiales reforzados con fibras continuas que aprovecha las propiedades anisótropas de las fibras compuestas. La tecnología se basa en el proceso FFF y ha recibido el nombre de CFC (coextrusión de fibras compuestas). Las impresoras 3D Anisoprint CFC cuentan con un sistema de extrusión dual en el que un extrusor se utiliza para imprimir con filamentos de plástico estándar y el otro, el extrusor de materiales compuestos, se ha diseñado específicamente para imprimir con materiales compuestos reforzados con fibras. La fibra de refuerzo y el filamento de plástico compatible, utilizado como matriz, se introducen en el extrusor de material compuesto, que se calienta hasta alcanzar la temperatura de procesamiento del plástico. Al pasar por la extrusora, la fibra se cubre de polímero fundido y el material reforzado se extruye para construir una pieza.
La fibra compuesta de basalto Anisoprint es una mecha de 0,28 mm de diámetro formada por miles de monofilamentos ultrafinos de basalto. La fibra está preimpregnada con una composición polimérica para una perfecta adhesión con la matriz plástica. Puede elegir entre los polímeros más comunes, como PLA, ABS, PC, PA o PETG, con temperaturas de impresión de hasta 250 °C para utilizarlos como matriz; el fabricante recomienda utilizar PLA o PETG.
El basalto puede considerarse una alternativa más asequible a la fibra de carbono cuando una resistencia ligeramente inferior de la pieza no es un punto crucial. Otra ventaja de la fibra de basalto, a diferencia de otros materiales de alta resistencia, es su radiotransparencia, que permite construir piezas resistentes que no interfieren con las frecuencias de las ondas electromagnéticas que las atraviesan.
El uso de fibra de basalto continua para perímetros reforzados y estructuras de celosía internas permite fabricar piezas resistentes, duraderas y ligeras a un precio asequible. La construcción de estructuras reticulares permite ahorrar tiempo y material sin comprometer la calidad. Esta tecnología encuentra su aplicación en campos como la automoción, la industria aeroespacial y sanitaria, la producción de piezas de recambio y bienes de consumo, así como en la fabricación de modelos radio-transparentes.
El filamento de refuerzo CBF de Anisoprint se vende en bobinas de 750 m de longitud, lo que es suficiente para imprimir un cubo macizo de 55 x 55 x 55 mm con una proporción de volumen de fibra de basalto de aproximadamente el 25%.
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